Hasta finales de la década de los setenta, el acristalamiento de la cancelería estaba hecho, en general, con un vidrio monolítico o sencillo, es decir, un cristal de una única hoja con pocas propiedades aislantes.
Fue a partir de los años ochenta cuando se introdujo en el mercado mexicano el doble acristalamiento para cancelería con cámaras delgadas. Posteriormente, aparecieron nuevas alternativas como el triple acristalamiento o el vidrio bajo emisivo que incorporaban cámaras de aire más gruesas.
Actualmente, todas estas tipologías de acristalamiento incluyen cámaras de aire de entre 8 y 16 mm y son los tipos de cristales más extendidos y usados en México.
No podemos olvidar que, junto con el marco, la hoja y los herrajes, el vidrio es una de las partes básicas de cualquier tipo de cancel. Por este motivo, la correcta elección del acristalamiento para la cancelería será determinante para disfrutar de diversos beneficios, tanto a corto como a medio y largo plazo.
Ventajas de un buen acristalamiento de la cancelería
Como se ha mencionado anteriormente, un buen acristalamiento es clave para tener determinados beneficios, tanto personales como para el planeta. Un acristalamiento de calidad proporciona mayor aislamiento térmico, lo que se traduce en mayor confort y ahorro energético y económico para el consumidor final.
Asimismo, y gracias al ahorro en calefacción o aire acondicionado, se reducen las emisiones de CO2, hecho que tiene un impacto directo sobre el medio ambiente y el planeta. Por otro lado, es importante destacar que un acristalamiento de calidad que incorpore una cámara de aire espesa actúa como un gran aislante acústico.

Características y beneficios de cada tipología de vidrio
Vistas las principales ventajas de un buen acristalamiento es importante explicar las particularidades concretas de cada tipología de vidrio.
El doble acristalamiento se conforma por dos lunas paralelas separadas entre sí por una cámara de aire de alta densidad. Una de las principales ventajas de este tipo de acristalamiento es que confiere un mayor aislamiento térmico y acústico, en comparación con un cristal monolítico.
Otra de las opciones es el triple acristalamiento que, como bien indica su nombre, está formado por tres lunas paralelas y proporciona un gran nivel de aislamiento térmico. Sin embargo, se deben tener en cuenta algunos factores antes de su instalación.
Finalmente, el vidrio de baja emisividad es un cristal monolítico sobre el cual se ha aplicado una fina capa de óxidos metálicos que le proporciona una capacidad de aislamiento térmico reforzado. Se trata del tipo menos extendido en el mercado mexicano.